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La universidad pública y privada: experiencias docentes durante el confinamiento

Maribel Díaz

Integrante de MUxED. Maestra en Aprendizaje y Políticas Educativas -MAPE-. Psicóloga.


Resumen: la autora comparte algunas vivencias que han tenido los docentes universitarios de diferentes instituciones de educación superior (IES) al impartir sus cátedras durante el confinamiento por COVID-19. Si bien, la situación de emergencia es en esencia la misma para todas las IES, los elementos con los que han transitado a las clases virtuales, no lo son. Por ello, es importante colocar la mirada en la comunidad universitaria y tratar de vislumbrar un futuro.

Palabras clave: #MUxED #PlumaPurpura #EducacionSuperior #Universidad #Docentes #IES #TIC #PracticaDocente


Desde el comienzo de la contingencia por COVID-19, diversos actores manifestaron su preocupación por lo que sucedería con la docencia durante el confinamiento. La inquietud no es menor, pues se sabe de las desigualdades con las que algunos alumnos llegan a las distintas Instituciones Educativas de Educación Superior (IES). El reto para las IES es brindar las condiciones necesarias para que estos alumnos –que han logrado llegar al nivel superior a pesar de las diferencias estructurales– consigan culminar satisfactoriamente sus estudios. De ahí que sea relevante analizar lo que está pasando en la práctica docente. En particular planteamos tres interrogantes: ¿Cuál es el perfil de los docentes que laboran en IES públicas y privadas?; ¿Qué herramientas tecnológicas han utilizado para efectuar sus clases?; y ¿Cuáles han sido los retos a los que se han enfrentado durante su práctica docente? Para tratar de dar respuesta a estas interrogantes, se entrevistó a docentes de distintas IES.

Respecto de la primera interrogante sobre el perfil docente de las IES, el foco se puso en su formación profesional, la experiencia que tienen frente a grupo, el número de alumnos que atienden y las funciones que desempeñan en sus centros educativos. En particular, los docentes de las IES públicas cuentan con mayor grado académicos que sus pares de las IES privadas, tienen una experiencia promedio de más de 10 años dando clases frente a grupo, y atienden a una media de entre 30 y 40 alumnos por grupo. Las funciones más comunes que desempeñan son las relacionadas con la asesoría a alumnos, la investigación y la extensión universitaria. En contraste, los docentes de las IES privadas tienen experiencia dando clases en modelos mixtos y atienden grupos que tienen entre 20 y 25 alumnos, en promedio, pero en la mayoría de los casos no se trata de personal de tiempo completo sino que son docentes de asignatura.

En relación con la segunda interrogante acerca de a las herramientas tecnológicas que los docentes han utilizado, tanto los de IES públicas como de privadas usaron correo electrónico, Google Classroom, Zoom, Meet y WhatsApp. La diferencia entre ambos radica en si cuentan o no con en el apoyo de plataformas institucionales. Para el caso de las IES privadas, los docentes refirieron haber usado su plataforma institucional desde antes de la pandemia, por lo que tanto ellos como sus estudiantes están acostumbrados a trabajar en dicho ambiente virtual. Mientras que los docentes de las IES públicas se valieron mayoritariamente de herramientas tecnológicas de libre acceso, y posteriormente utilizaron alguna plataforma ofrecida de manera institucional. En ambos casos las plataformas institucionales destacan como un elemento sustantivo para el desarrollo de la práctica docente.

Por lo que refiere a la tercera interrogante relativa a los retos que han tenido que enfrentar los docentes, se encuentran los relacionados con el acceso, el uso y las limitaciones de las herramientas tecnológicas, como lo ejemplifica el testimonio de este docente de una IES pública: “[…] ahora con las clases, se conectan y de repente ves que están en condiciones muy precarias y que están haciendo todo el esfuerzo por a lo mejor ponerle datos a su teléfono para la clase”. Por su parte, otros docentes de IES privadas exponen: “el mayor reto es mantenerlos concentrados”, “[…] es difícil interactuar cuando solo ves los rostros”, “[...]una aplicación al inicio puede ser novedosa, pero después tienes que buscar, innovar algo nuevo para los trabajos y las tareas”. Sin embargo, todos los docentes resaltaron la importancia de la interacción social durante los procesos de enseñanza y aprendizaje, aun con el uso de la tecnología.

Es evidente que los docentes de las IES privadas y públicas han vivido la transición a las clases en línea de maneras diferentes. De entrada, las condiciones laborales bajo las que se encuentran son distintas. Si bien hay docentes que laboran por horas, no es lo mismo ser un profesor con una clase de 25 alumnos, que serlo de 4 grupos con 40 estudiantes, cada uno. Las cargas de trabajo y el esfuerzo que se invierte al elaborar materiales, revisar tareas, dar clase y brindar atención a dudas o cuestiones particulares, es distinta en cada caso. Si a ello sumamos que los docentes de universidades públicas desempeñan además actividades relacionadas con la investigación, lo que incluye asesorías de tesis, la jornada laboral se les duplicó y en algunos casos triplicó. De ahí que las actividades desarrolladas por los docentes durante esta pandemia no se equipare suficientemente con el salario que perciben.

Por otra parte, en cuanto al uso de las tecnologías, las plataformas institucionales fueron un punto de apoyo en esta transición. Las IES privadas que ya contaban con ese insumo tuvieron una ventaja sobre las IES públicas, las cuales tuvieron que adquirir dicho recurso. Adicionalmente, algunos docentes tuvieron que aprender, junto con los alumnos, el uso de estas herramientas. Aunado a ello, en las universidades cuyos alumnos no cuentan con elementos para trabajar con las nuevas tecnologías se amplían las diferencias y la brecha de la inequidad.

Un punto en el coincidieron los docentes de IES públicas y privadas se refiere a los procesos de enseñanza y aprendizaje, los cuales no pueden efectuarse sin la participación activa tanto de los docentes, como de los alumnos. A pesar del acceso a las herramientas tecnológicas, los docentes reconocen que la enseñanza virtual no es igual a la presencial, pues hace falta la interacción personal; esa que les permite identificar si su alumno está atendiendo, o no, si tiene dudas o hay que ayudarle. Con las clases vía Zoom o las llamadas de WhatsApp solo se tiene, a lo más, la oportunidad de ver los rostros, siempre que no apaguen la cámara y el micrófono.

Los docentes universitarios son conscientes de la oportunidad que representa la pandemia en su actividad educativa. Reconocen la necesidad de la actualización docente e invierten tiempo en ello. Aunque les implique más trabajo siguen apostando por la formación de sus estudiantes, pero, también esperan de sus alumnos que no se rindan, ni desanimen ante las circunstancias, sino que se vuelvan coparticipes de su proceso de formación; y, así, resolver colaborativamente las cuestiones que se presenten.

Este confinamiento nos ha enseñado a todos que debemos ser más solidarios y evitar las desigualdades. No debemos abandonar a las IES públicas, y a sus comunidades. También es necesario analizar el impacto que generará el recorte presupuestal a las universidades públicas. Trabajemos juntos hacia el futuro. Utilicemos los espacios de diálogo para generar nuevas estrategias y para que nuestras instituciones públicas evolucionen o transiten en ese compromiso de formación.

Twitter: @DV_Maribel

LinkedIn: linkedin.com/in/psicologa-maribel-díaz

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